Carlos María Viganò, el exembajador del Vaticano en EE. UU. (2011-2016), cataloga a Kamala Harris como un monstruo infernal que obedece a Satanás. Lo que a primera vista parece una exageración deja de serlo cuando se analiza la vida privada de la candidata, su “formación intelectual”, su carrera profesional y sus “relaciones” con los personajes más turbios del Partido Demócrata.

En una carta abierta a todos los católicos de EE. UU. el 22/10/2024, les pide que en las próximas elecciones “debéis elegir entre dos maneras radicalmente opuestas de concebir el gobierno de vuestra Nación: se os llama a elegir entre la democracia y la dictadura, entre la libertad y la esclavitud”.

Por un lado, tenemos al candidato Donald J. Trump, quien, a pesar de problemas serios en sus posiciones -especialmente en temas de aborto y procreación asistida-, tiene como objetivo el bien común y la protección de las libertades fundamentales de los ciudadanos.

Esta posición se enfrenta con una candidata y un partido que considera a los católicos y protestantes como fundamentalistas que deben ser eliminados, por lo que sus hijos pasarían a ser propiedad del Estado. Harris transformaría a EE. UU. a través de la invasión y destrucción de la moral, lo social y la economía, en una feroz dictadura.

“¡Miren su país! Sus ciudades se han convertido en basureros llenos de indigentes y criminales, narcotraficantes y adictos, prostitutas y ladrones. Sus escuelas son madrigueras de adoctrinamiento y corrupción desde el jardín de infantes. En sus tribunales, los criminales son absueltos y los inocentes encarcelados: se persiguen nuevos crímenes ideológicos, mientras se tolera e incentiva la ilegalidad. En sus hospitales, mandan las corporaciones multinacionales, y ustedes son sus conejillos de indias a ser exterminados o mantenidos crónicamente enfermos para que se conviertan en clientes perpetuos. Agricultores, ganaderos y pescadores son perseguidos y obligados a fracasar, mientras la tierra es acaparada por corporaciones sin escrúpulos que la transforman en sistemas fotovoltaicos y turbinas eólicas para alimentar sus centros de datos donde recopilan toda su información, sus movimientos, sus compras y preferencias políticas.”

“Han llegado al extremo de manipular el clima mediante operaciones de geoingeniería sofisticada y devastadores incendios para hacer creíble el fraude del calentamiento global e imponer la transición verde, el aumento en el costo de la energía, y los autos y scooters eléctricos. Y todo esto se hace con pruebas que consisten en mentiras sin respaldo científico, pero que se propagan gracias a la colaboración servil de los medios de comunicación del régimen, siempre listos para etiquetar a los disidentes como teóricos de la conspiración. Pero lo que hasta ayer era descartado como teoría de la conspiración, ahora es admitido por el propio gobierno. Les quitan la luz del sol; los envenenan sembrando las nubes; sobrecargan sus pueblos y campos con huracanes mortales; matan su ganado y secan sus cultivos con sequías inducidas e incendios devastadores. Buscan controlar todo el sector alimentario para obligarlos a comer solo lo que ellos disponen. Esto es lo que llama la Agenda 2030, impuesta sin votación por Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial.”

En estos cuatro años desastrosos de la administración Biden-Harris, hemos tenido un títere en la Casa Blanca y una Vicepresidente corrupta e incompetente que nunca ha dejado de mentir y engañar a los votantes sobre su pasado y su futuro. El poder está en manos del Estado profundo criminal -cuyos nombres y rostros conocemos ya- responsable de la destrucción de su gran Nación. Y para asegurarse de que la crisis sea interminable, se abren continuamente nuevos escenarios de guerra, en conflictos que nadie desea, excepto aquellos que obtienen enormes ganancias, sacrificando vidas humanas y comprometiendo la estabilidad internacional.

“Han visto lo que los Demócratas, es decir, la extrema izquierda ‘woke’, han sido capaces de hacer en cuatro años. Imaginen lo que podrán hacer si, en lugar de los numerosos dobles de Biden, es su Vicepresidente la que es elegida -en el fraude más escandaloso e inimaginable- con su séquito de ministros LGBTQ+, rigurosamente woke, vendidos a China o al Foro Económico Mundial, patrocinados por George Soros o Bill Gates, manipulados por Barack Obama y Hillary Clinton. En ese momento, queridos católicos estadounidenses, no solo tendrán que asistir a una manifestación diferente -como le gustaría a Kamala- para decir ‘Cristo es el Señor’, porque decir eso será considerado discurso de odio, y rezar frente a una clínica de aborto será un acto de terrorismo.”

No piensen que estas son hipótesis remotas: donde sea que la izquierda ‘woke’ toma el poder, establece la dictadura más viciosa, antihumana y anticristiana que la humanidad ha conocido. Y sabemos que cada vez que la izquierda ha llegado al poder, nunca ha salido mediante medios democráticos.

“Donald Trump y Kamala Harris: no estamos hablando de dos visiones que son un poco diferentes pero parte del normal vaivén político. No; estamos hablando de dos mundos diametralmente opuestos e irreconciliables, en los que Trump lucha contra el Estado profundo y se compromete a liberar a América de su garra tentacular, mientras que, en el lado opuesto, tenemos a una candidata corrupta y chantajeada, parte orgánica del Estado profundo, que actúa como títere en manos de belicistas como Barack Obama y Hillary Clinton, de ‘filántropos’ autoproclamados como los criminales George Soros y Klaus Schwab, o personajes como Jeffrey Epstein y Sean Combs.”

“Su programa es el de la Izquierda Global, el Foro Económico Mundial, la Fundación Rockefeller, la Fundación Bill & Melinda Gates, y en última instancia el programa de Vanguard, BlackRock y StateStreet. Su agenda está dictada por la oligarquía financiera que controla a la humanidad en detrimento del pueblo: una élite que opera no solo en los Estados Unidos, sino también en Canadá, Australia, Europa y dondequiera que la política esté en manos de sus fondos de inversión y sus pseudo-organizaciones humanitarias dedicadas a la obliteración de la civilización occidental.”

“Detrás de estas personas –ya deberíamos saberlo– hay gente dedicada al mal, unida por el odio satánico contra Nuestro Señor Jesucristo y aquellos que creen en Él, principalmente contra los fieles católicos. Queremos que Cristo reine, y lo proclamamos con orgullo: ¡Cristo es Rey! Ellos quieren que reine el Anticristo, cuya tiranía está hecha de caos, guerra, enfermedad, hambruna y muerte.”

El candidato Donald J. Trump, aunque ciertamente toma algunas posiciones críticas serias que un católico no puede aceptar, representa para nosotros, queridos fieles estadounidenses, en este momento histórico específico, la única elección posible para contrarrestar el golpe globalista que la izquierda ‘woke’ está a punto de implementar de forma definitiva, irreparable, y con daños incalculables para las futuras generaciones.

“Votar por Donald Trump significa distanciarse firmemente de una visión de la sociedad anticatólica, anticristiana y antihumana. Significa detener a quienes quieren crear una distopía infernal aún peor que la anunciada por George Orwell. Y también significa –no lo olviden– darle nuestro voto de confianza, para que el Presidente Trump sepa que el masivo voto de católicos y cristianos que lo llevó de regreso a la Casa Blanca debe convertirse en la premisa para un compromiso más incisivo en la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la familia tradicional, el derecho de los padres a educar a sus hijos, y en la defensa de la Fe cristiana y la identidad cultural de la Nación.”

“Repito: la elección es entre un Presidente conservador, que está pagando con su propia vida por su lucha contra el Estado profundo, y un monstruo infernal que obedece a Satanás. Para un católico, no puede haber duda: votar por Kamala Harris es moralmente inadmisible y constituye un pecado muy grave. Tampoco es moralmente posible abstenerse, porque en esta guerra declararse neutral significa aliarse con el enemigo.”

Las personas de todo el mundo están comenzando a entender la amenaza que se cierne sobre ellos y el futuro de sus hijos, y ustedes, estadounidenses, también lo han entendido. Pero incluso si esta vez será más difícil para el Estado profundo repetir el fraude de 2020, no deben pensar que se resignará a la derrota tan fácilmente. Preparémonos entonces para prevenir posibles ataques y escenarios de guerra civil que puedan usarse para imponer la ley marcial y nuevas restricciones, después de los intentos contra su vida de los que el Presidente Trump providencialmente escapó.

No olvidemos, queridos fieles, que las energías humanas solas son impotentes ante esta exhibición infernal de fuerzas. Proclamamos que Cristo es Rey: esto significa que Nuestro Señor debe volver a reinar, y la primera manera de hacer que Él reine es obedecer Su santa Ley y vivir en Su Gracia. Que Cristo reine en sus corazones, en sus familias, en sus comunidades y en todo Estados Unidos: esta es la única manera de alcanzar la paz, la armonía y la prosperidad para su Nación.

“Piensen en cuántos católicos hay en Estados Unidos. Voten sin vacilación y recen para que Nuestro Señor ilumine a los ciudadanos estadounidenses en su elección y conceda la victoria a aquellos que, al menos, no tienen problemas en proclamar que Cristo es el Señor.”

Que Dios los bendiga a todos, y que la Virgen de Guadalupe, quien es la Patrona de Estados Unidos y de todas las Américas, y San Miguel Arcángel, los protejan.

  • Carlo Maria Viganò, Arzobispo,
    Ex Nuncio Apostólico de los Estados Unidos de América
    22 de octubre de 2024

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